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domingo, 27 de septiembre de 2015

APRENDIZ DE ILUSIONES





A finales de los ochenta, recién acabados mis estudios, presté mis servicios, a cambio de dinero, en la sección de marketing y ventas de  una empresa farmacéutica  con sucursal en España. Es decir, vendedor técnico o lo que en el sector  se denomina VISITADOR MEDICO. Si, esos, esos  que estaban y están tan mal vistos como si fueran responsables de todos los males de la Sanidad y del Gasto Farmacéutico, cuando no dejan de ser unos profesionales abnegados y superpreparados  que se ganan el pan  bastante más honradamente que  muchos a los que visitan.

.!Lo que habrán visto mis ojos!............Pero eso es otra historia.



 La estructura de mandos de la primera y única empresa donde trabajé, estaba invertida    ( no es que fuera gay,  es que estaba al revés)



 En la calle, haciendo el trabajo de “guerra” estábamos entre otros,  los que por aquel entonces salíamos preparados de las universidades.... con la ilusión de los ochocientos o mil puestos de trabajos que el Presidente de entonces nos había prome............Soooooo...! que me resbalo!  Vuelvo atrás.......


 Por encima los “first-line supervisors”,  los que con solo la preparación de sus años laborales (que no es poco) sabían un poco más del oficio. 

Y  más arriba  los  “middle management  preparados por la  casa matriz.



Pero los nuevos, entrenados en el estudio, aprendíamos rápido.



            Como acto innovador y sobre todo en esa  época, en las reuniones periódicas de empresa, los altos mandos querían acostumbrarnos a ciertos tipos de métodos de trabajo que sus puestos intermedios no eran capaces de transmitirnos y tampoco de hacer  un  “Flyback “de retorno.

            Para nuestros jefes inmediatos, en definitiva,  lo que contaba era, que una vez arrojado  como gladiador en la arena de nuestra  zona de trabajo (En mi caso Toledo, Cáceres, y Ávila),  a final de año cumplieras objetivos, en caso contrario........ Había más esperando mi puesto.





            Unas  de esas metodologías  era el Teatro de Ventas y otra el  “brainstorming “o  “Brainwriting”.



            El teatro de ventas,  consiste en la representación más o menos teatralizada del acto de la venta, con el fin de detectar y corregir posibles errores o ejemplificar métodos y técnicas de ventas, Es un juego donde una persona ejerce el papel del vendedor y otra la de comprador.  Claro está, el vendedor  era el  “pardillo” y el comprador nuestro jefe más próximo, el de zona. ¿Me sirvió? Oh! Si,.....a “tragar” a aguantar las impertinencias del supuesto comprador o visitado, y a atemperar el genio desbocado de un chaval de 25 años ya templado por “la mili” que nos tocó sufrir. Y me ha servido hasta los momentos actuales  para aguantar a algunos componentes de cierta  clase profesional…...  otra historia más sin contar






            El  “brainstorming “o  “Brainwriting”. Conceptos,  aunque similares con matices, se resume en lo que en español se llama “TORMENTA DE IDEAS”. Es una herramienta de trabajo grupal que facilita el surgimiento de nuevas ideas sobre un tema o problema determinado. La tormenta de ideas es una técnica de grupo para generar ideas originales en un ambiente relajado.



            Por aquel entonces se pretendía lanzar en España un medicamento (y se lanzó)  vaso-protector sistémico, indicado, en adultos, para el alivio de los síntomas relacionados con la insuficiencia venosa leve de las extremidades inferiores, tales como dolor, sensación de pesadez, tirantez, hormigueo y picor en piernas con varices o piernas hinchadas. Y sobre todo para LAS HEMORROIDES. 

            Y después de explicarnos el plan de lanzamiento con las herramientas de la época, transparencias y filminas, que eso del Power Point y las videoconferencias no estaba inventado, nos invitaban a  pensar sobre el nombre del producto innovador.



            Ahí estaba el aprendiz del Product Manager, ósea un servidor, (que trabajito y dinero me costó  intentar serlo, que ya por la época, los Master costaban entre un cuerpo redondo u ovalado, que ponen las hembras de algunos animales y un  órgano glandular situado en la región lumbar que tiene la función de segregar la orina)

 Pertrechado con traje y corbata levantando la mano con la actitud de los que están seguros de triunfar en el arte del mercadeo.



            -
-Si, a ver, aquel joven que lleva  el traje de la Primera Comunión de su hermano. Dijo el cabronazo de mi jefe de zona.

-Yo tengo un nombre. Respondí, entre entusiasmado, acojonado y cabreado

-Bueno, pues suéltalo, que sepamos todos, lo que os han enseñado en la Universidad.

Y  mirándole fijamente, con los ojos bien  abiertos le espeté:

- ¡VARICÓN ¡

 El clamor fue popular, que nombre tan acertado, expresaba la  utilidad del producto (un producto para varices y hemorroides), tenía sonoridad, y además se lo lancé a mi jefe a la cara.








 Como os podéis imaginar, no fue aprobado, sobre todo porque en aquella época el lobby Gay no tenía la fuerza que tiene hoy en día, y lanzar un producto con un nombre con esa musicalidad, era casi ofensivo.



 Os imagináis:



-Buenos días, Sr. D. Farmacéutico (leezlo  con musicalidad y “pluma”)

-Buenos días Margarito (No se me ocurre otro nombre, perdonarme)

-Quiero una pomada para las hemorroides, que las tengo… ¡uff madre¡ alteradísimas.

-¿Varicón?

-¿Cómo lo has sabido? ¿Se me nota?.....

Actualmente se comercializa un producto denominado Venorutón (Novartis Consumer Health S.A.) sin relación con el de mi empresa.  Uyyyy!  casi, si yo estaba bien encaminado.



Así os lo he contado, y así fue, o al menos,  como me gustaría que hubiera sido



Nota: En esta empresa  permanecí  cerca de dos años, y a pesar de todo, la recuerdo con cariño, y sobre todo a mi jefe de zona, Carlos, buena persona y del que aprendí mucho, aunque por aquella época yo no lo sabía. De todas estas cosas D. Miguel Angel, otro amigo  debe saber un montón de anecdotas. 

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