Jean-François Millet (The siesta, 1866) |
El campo de lavandas desparrama
fragancia de perfume solariega,
cercenada ya la mies veraniega
falta sombra, resguardo de la flama.
Canto de chicharra, ajada rama.
Claridad, transparencia, llama ciega
que en soleada campiña manchega,
el estío ardoroso se proclama.
Tibia noche de insomnio placentera.
Alborada de sabanas cálidas.
Siestas con mutismo incasdencente.
Desnudez de figura se leyera,
en vestido tus curvas tan ceñidas,
refrescando tu cuerpo con mi mente.
©Giliblogheces
©Giliblogheces
Música de acompañamiento:
No hay comentarios:
Publicar un comentario