Señores, me han entendido bien,
SINDROME VACACIONAL, es aquel que padecen muchos por quererse ir de
vacaciones en los meses de Julio y Agosto con un ansia desmedida por
libar cerveza en los chiringuitos, diferenciándose de la monotonía
de las tascas al uso, que frecuentan durante todo el año, por el
hecho de ir en chancletas, camiseta de hombreras, arena entre los
dedos , talones agrietados, sobaquera aireada o pechos reventones
(según el caso).
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En la época de lo políticamente
correcto, se justifica el veraneo ( no es lo mismo que vacaciones )
con lo que se denomina conciliación familiar, es decir querer
aprovechar el periodo vacacional con el de los hijos en edad escolar,
sin darse cuenta, que ser padres dura desde el parto, hasta que te
ingresan en una Residencia de Ancianos o más; y no solamente cuando
el calor te torra las neuronas.
Ese ansia desmedida por compartir
fluido con Neptuno,......y otros miles; haría que nuestra
Península, en el supuesto de no estar anclada al Núcleo Terrestre
por la Corteza y el Manto, se viera hundida cercana al mar por la
afluencia de tanto personal; eso originaría una diferencia de
altitud tal, que los que nos quedamos en la desierta Estepa
Castellana, si no nos pusiéramos tacos en nuestros zapatos y
ruedas, resbalaríamos hacia la costa. ( al final yo creo que esto es
lo que ocurre , aunque no tenga evidencia científica).
Me contarán ustedes: los veraneos
aprovechando las pagas extra, hacen que la economía se reactive y se
cree trabajo ;unos gastan y otros cobran, originando un flujo de
capital que nos conviene a todos.
Y yo digo que si, pero con matices :
¿ por qué en esos dos meses?, ¿por qué no durante todo el año?,
¿es que acaso a los que les toca trabajar en verano no tienen
derecho a esa supuesta “conciliación”?. ¿por qué la Sociedad
Española se agarra solamente como tabla salvadora a la industria de
servicios en general y a la turística en particular, al igual que se
hacia (aumentada y ampliada) en el Antiguo Régimen con el innovador
Ministerio de Turismo que nos curaba de todas las miasmas del resto
del año?.
Esto no ha sido siempre así, en
épocas de crisis la mayoría de la gente,excepto los trabajadores
públicos, solo iban a veranear a la costa ( a costa de los padres en
el pueblo), o a “Can-cún” ( a en “ca” un cuñao”) eso
si era reconciliación familiar. Este año donde es la primera vez
después de muchos, que tenemos la sensación de haber mejorado; incontables hordas de “chancleteros” invaden las costas, como si
el calentamiento climático hiciera desaparecer nuestras playas ( que
pudiera ser) por el hecho de no haberse constituido el Gobierno;
excepción de los trabajadores públicos que además del período de
playas, dejan reservado su viaje Internacional, aprovechando la
bajada de precios originada por la crisis, para los días “Moscosos”.
Es tanto el fervor por veranear, que
prima más, el contarlo que el disfrutarlo, ven pasar sus vacaciones
por el visor del Smartphone. ¡ Están desgastando los edificios de tanta foto !.
Ahora
no hay problema por el sobre-coste del revelado y el papel, y se
añoran las reuniones pos-estivales, donde el cansino de turno, te
invitaba a merendar a cambio de martirizarte con las diapositivas, el
vídeo o el álbum de fotos. Con Facebook, Twitter e Instagram te
martirizan más rápido y encima pierdes la merienda
Según a ese derecho no escrito de
tener que veranear por “cojones”, las fabricas de helados no
podrían producir sus productos cuando la demanda es mayor, por
tener que dar vacaciones a sus empleados.
No se puede dejar paralizado una nación
por el hecho de que la gente tenga que irse de veraneo, no se puede
realizar ninguna gestión administrativa en estos meses, nuestros
políticos descansan antes de cansarse, las industrias trabajan a
medio gas, e incluso Dios ha concedido a nuestro País, el
privilegio de una salud envidiable durante esta época. Por si algún
descerebrado insiste en caer enfermo, muchísimas camas de hospital
quedan cerradas para disuadirnos de tal error, para que nuestros
facultativos pueden descansar merecidamente durante el estío y
no caer en el hastío o porque necesitan trasladar esas camas a los
hoteles de la costa donde son más necesarias.
Tanta afluencia a la playa en tan corto
espacio de tiempo, no puede ser buena, en nuestras islas ya no cabe
más gente y el deterioro que origina el turismo puede llegar a ser
mayor que su negocio, somo depredadores insaciables. De hecho ya
están pensando en restringir la entrada.
La gallina de los huevos de oro alguna
vez morirá con ellos dentro (con los huevos, no con los turistas), y
entonces , ¿qué alternativa nos quedará a los españolitos ?.
Pedir ayuda a la Comunidad Europea para restaurar nuestras costas del
deterioro ecológico. Y esa gangrena se esta extendiendo a los
pueblos interiores donde se respiraba tal paz que no se necesitaban
vacaciones, ni turistas aventureros pertrechados a la manera de Bear
Grylls
Las
primeras congés
payés, (vacaciones
pagadas)
las instauró el Gobierno de León Blum en Francia en el 1936, que en
principio fueron dos semanas. En España se disfrutan de 30 días de
vacaciones, más 14 días festivos al año, lo que hacen un total de
44 días para los mortales españoles, para “los inmortales”
entre “canosos y moscosos” pueden sumar 10 más y para los parias
autónomos, aquel que quisiera “vacacionar” , tendría que
dejar de trabajar, y por tanto ganar.
En
contraposición los Japoneses tienen 20 días y en Estados Unidos 15.
Independiente
de todo esto, existe una ansiedad especial por coleccionar viajes “a
lo largo y ancho de este Mundo”,como decía el Capitán Tán, y que
se sepa ;aunque no se sepa que es lo que han visto, y que les vean.
Capitán Tán y el Tío Aquíles. RTVE |
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