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lunes, 10 de abril de 2017

SAETA CAUTIVA

Con las manos amarradas
y la carita de pena,
el indulto de los hombres
en su Faz con sangre lleva.

Y me sangran tus heridas 
y me duele tu corona
 y hasta me lloran los ojos
y me ahoga tu maroma.

Al Inocente ya llevan
camino de su Pasión,
Cautivo de nos pecados,
buscando la  Redención.


Y me sangran tus heridas 
y me duele tu corona
 y hasta me lloran los ojos
y me ahoga tu maroma.

Los nudos  que al Cristo oprimen,
que a mi Nazareno  aprietan,
la soga al  cuello colgada,
nuestros pecados sujetan.


Y me sangran tus heridas 
y me duele tu corona
 y hasta me lloran los ojos
y me ahoga tu maroma.

Que redoblen los tambores
que  se callen las trompetas
que procesiona el Cautivo
por mis calles recoletas.

©Giliblogheces

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