Cúbreme con tu robustez, sereno,
aunque no sea de tus nueve mundos.
Librarte de lo ataques furibundos
del dragón que golpea de odio lleno,
será el gran cometido que me aliente.
Si me ayudan sustancias femeninas,
que rieguen con el agua cristalina,
del pozo de Urd, de suculenta fuente.
Derrotaré también a los gusanos,
que al corroer tus raíces, proponen,
derribar puente de arco colorido.
Donde atraviesan salvos los no humanos,
que de un mundo de muertos se transponen.
Desde Asgard hasta Mannaheim unidos.
Por tus venas, miel deliciosa emana
de la fuente oscura de Hvergelmir
y del manatial sabio de Mimir.
Fresno de robusta y recia peana,
que cobijas al águila valiente,
y a Veðrfölnir el avizado halcón.
Te salvaré del odioso dragón
disimulado en tu tronco quiescente.
Tu ardilla, no saltará ya miedosa,
ni huirán tus cuatro ciervos asustados.
Odín cabalgará por Asgard presto
por entre enredadas ramas frondosas.
Hacia los nueve mundos encantados,
las Nornas del destino harán el resto.
©Giliblogheces
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